En la historia de los Cigarros Electrónicos se pueden denominar de segunda generación a los sistemas tipo eGo: La mayoría de las baterías de cigarrillos electrónicos utilizan la rosca eGo (parte exterior) y 510 (rosca interior), lo que permite la compatibilidad entre la batería y los diferentes consumibles que adquiramos. Las baterías de tipo eGo ofrecen mayor potencia y autonomía. En el mercado encontramos baterías desde 350 mili amperios, pasando por 650, 900, 1100, etc. La diferencia entre ellas es su tamaño y la duración de su uso hasta la próxima recarga. Algunas baterías son automáticas, y se activan directamente al inhalar. No son recomendables porque producen encendidos erróneos, escapes de líquidos, etc.

 

Los kits de inicio que suelen ser una buena opción para el principiante al resultar más económicos que la compra independiente de cada elemento. Suele componerse de: Una o dos baterías tipo EGO. Uno o dos consumibles(depende del kit). Líquido para vapear(depende del kit). Cargador para las baterías.

 

 

Ahora bien, los  MOD’s o Dispositivos de tercera generación. A partir de aquí todos estos términos sonarán muy confusos puesto que generalmente se usan despues del Cigarro Electrónico, pero no esta de más la explicación.

Al evolucionar en el uso de los cigarrillos electrónicos, el vapeador suele dar el paso de utilizar un cigarrillo electrónico convencional a lo que denominamos un MOD: dispositivo que contiene una o varias baterías recargables. Al igual que cualquier batería convencional, se usa junto a un consumible o reparable para producir el vapor. Pueden tener diferentes formas: cilíndricos, con forma de caja, con forma de pipa, etc.

 

Los MOD’s pueden ser de varios tipos: Mecánicos. No contienen ningún elemento electrónico. Son muy duraderos y las baterías duran más tiempo que en el resto de MOD’s. Electrónicos. Incluyen algún elemento electrónico, por ejemplo un LED. Con voltaje o wataje variable. Permiten regular la fuerza con que se produce el vapor. Esta puede regularse aumentando o reduciendo de forma manual su voltaje, o directamente especificando una potencia fija en watios de forma que el MOD detecta la resistencia del consumible con la que va a trabajar y calcula automáticamente los voltios necesarios para alcanzar la potencia que marquemos. Las principales ventajas de usar un MOD de voltaje o wataje variable (VV/VW) son: 1. La batería convencional, según se va agotando, va reduciendo la potencia con que genera el vapor. Los MODS de VV/VW sí permiten que, al margen del nivel de carga de las baterías, la producción de vapor se mantenga constante. 2. Por otro lado, los consumibles cuentan con mayores o menores resistencias (medidas en ohmios) que determinan la cantidad de vapor y el sabor que va a producirse. A menor resistencia, mayor es la cantidad de vapor que se produce, y a mayor resistencia, mejor el sabor que nos ofrecerá.

 

Si vas a comprar un kit de inicio, es recomendable contar con varios consumibles, pero no es imprescindible. Muchos usuarios de Cigarros Electrónicos cuentan con varios para utilizar cada uno con un líquido diferente. La batería suele venir cargada en el momento de su compra, pero no está de más comprobarlo haciendo una primera carga completa antes de su uso. Al principio, los líquidos que suelen escogerse son los “tabaquiles”, pero no hay que tener miedo a probar sabores que puedan gustarnos y nos alejan de la costumbre del tabaco.

Fuente principal: GUÍA DE INICIACIÓN AL VAPEO, Alejandro del Río